LA FAMILIA Y EL RESPETO
La familia es el lugar donde nacemos, crecemos, nos desarrollamos y aprendemos los valores y las virtudes que nos ayudan a madurar como personas. El valor de la unión familiar nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y RESPETO el papel que le toca desempeñar dentro de la familia.
RESPETAR: Es descubrir y comprender que toda persona, es merecedora de consideración, independientemente de su edad, sexo, educación, cultura, desde el momento de concepción hasta su muerte.
- Observar el siguiente video:
ACTIVIDAD
Después de mirar el video, responder las siguientes preguntas en el cuaderno.
- ¿Por qué crees que la mamá de Luisito decidió explicarle que es el Respeto?
- ¿Crees que su madre hizo lo correcto? ¿Por qué?
- ¿Qué aprendiste sobre el respeto?
- Realiza un dibujo donde indiques como practicas el respeto en familia.
SEMANA 3
(11 al 15 de Mayo)
LAS CONEJITAS QUE NO SABÍAN RESPETAR
Había una vez un conejo que se llamaba Serapio. Él vivía en lo más alto de una montaña con sus nietas Serafina y Séfora. Serapio era un conejo bueno y muy respetuoso con todos los animales de la montaña y por ello lo apreciaban mucho. Pero sus nietas eran diferentes: no sabían lo que era el respeto a los demás. Serapio siempre pedía disculpas por lo que ellas hacían. Cada vez que ellas salían a pasear, Serafina se burlaba: “Pero mira que fea está esa oveja. Y mira la nariz del toro”. “Sí, mira que feos son”, respondía Séfora delante de los otros animalitos. Y así se la pasaban molestando a los demás, todos los días.
Un día, cansado el abuelo de la mala conducta de sus nietas (que por más que les enseñaba, no se corregían), se le ocurrió algo para hacerlas entender y les dijo: “Vamos a practicar un juego en donde cada una tendrá un cuaderno. En él escribirán la palabra disculpas, cada vez que le falten el respeto a alguien. Ganará la que escriba menos esa palabra.”
“Está bien abuelo, juguemos”, respondieron al mismo tiempo. Cuando Séfora le faltaba el respeto a alguien, Serafina le hacía acordar del juego y hacía que escriba en su cuaderno la palabra disculpas (porque así Séfora tendría más palabras y perdería el juego). De igual forma Séfora le hacía acordar a Serafina cuando le faltaba el respeto a alguien. Pasaron los días y hartas de escribir, las dos se pusieron a conversar: “¿no sería mejor que ya no le faltemos el respeto a la gente? Así ya no sería necesario pedir disculpas.”
Llegó el momento en que Serapio tuvo que felicitar a ambas porque ya no tenían quejas de los vecinos. Les pidió a las conejitas que borraran poco a poco todo lo escrito hasta que sus cuadernos quedaran como nuevos. Las conejitas se sintieron muy tristes porque vieron que era imposible que las hojas del cuaderno quedaran como antes. Se lo contaron al abuelo y él les dijo:
ACTIVIDAD
1. Escribe un relato corto sobre la lectura o el vídeo ¨Las conejita que no sabían respetar¨.
2. Realiza un dibujo del cuento
3. Escribe el mensaje que te dejo la historia.
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